Su Hijo y la Nueva Era

Capítulo Dieciséis

¿Qué pueden hacer los padres acerca de los sentimientos paganos?

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  Los verdaderos héroes de hoy son los padres, tratando de criar a sus hijos en un ambiente que parece ser más y más hostil a la vida de la familia. La música y los medios de comunicación inundan el mundo de sus hijos con glorificación de Las drogas y violencia y perversidad. Y no hay nada que ellos puedan hacer al respecto, se les dice, debido a la Primera Enmienda [...]

Yo no creo que nuestros Padres Fundadores hayan pensado alguna vez en crear una nación donde los derechos de los traficantes de la pornografía tuvieran precedencia sobre Los derechos de Los padres, y ala violencia y a la malevolencia se les diera libre dominio para hacer rapiña de nuestros niños (Presidente Ronald Reagan, octubre de 1985).  


Mientras los Estados Unidos fueron predominantemente cris­tianos, la presencia del Espíritu Santo controló las actividades ocultistas. Hoy, como la rebelión contra Dios se intensifica, y como los cristianos flirtean con el mundo y apagan el Espíritu de Dios, las fuerzas demoníacas están arrasando. Muchos creen que el toque de tambor que hipnotiza a nuestros niños esta también martillando un llamado al mundo entero a los poderes de las tinieblas.

Mientras algunos pueden rechazar esta teoría, todos estarán de acuerdo que la música tiene poder para influir y cambiar a la gente. Por esto es que solamente, en los Salmos se nos alienta más que sesenta veces a cantar al Señor. Cantando se afina, se confirma y se fortalece lo que se cree. El canto expresa la profundidad de nuestras almas. Las palabras que entran en las alas de la música tienden a anidar en nuestras mentes, y volver a nuestros pensamientos, sea que los llamemos o no.

Podemos combatir la decadencia contemporánea de la música al preparar a nuestros hijos para que escuchen los pensa­mientos de Dios, a que disfruten música y canciones que desarrollan la fe, y que basen todas sus acciones en la verdad de Dios.

Paso número uno: Escuchar a Dios, no al mundo

●   Renueve su mente con la verdad (Romanos 12.2). Continué estudiando diariamente la Biblia, no sólo para saber más sobre ella, sino para conocer y escuchar el corazón de Dios. El hablará a aquellos que lo aman y lo siguen (Juan 10.3-5; 14.21-27). Lea los siguientes pasajes de las Escrituras, buscan­do los mensajes de Dios. Analice sus instrucciones; se aplican ala música tanto como a otros tipos de influencias. 

        ¿Cuál es la actitud de Dios hacia lo malo? Salmo 97.10­11; Proverbios 6.16-19; 15.9,26; 21.4.  

        ¿Cuáles son las consecuencias de jugar con la maldad? Proverbios 1.29-33; 21.16. 

        ¿Cómo quiere Dios que yo responda al mal? Romanos 13.11-14; 1 Pedro 5.6-9; Salmo 1; 141.3-4; Proverbios 2; 14.7; 24.1,21-22. 

        ¿Cómo quiere Él que yo viva cada día? Efesios 4.17-32; 5.3-21. 

●   Evite sugerencias y situaciones comprometedoras. Dios dice: «Huye de las tentaciones juveniles» (2 Timoteo 2.22). Esto no es fácil cuando la sociedad entera anhela sexo y violencia. No hace mucho, el metal pesado estaba en los linde­ros de la música como entretenimiento, y pocos lo escuchaban. Ahora esta en el torrente central, se pavonea de la violencia y de las imágenes sexuales graficas, tan dañinas como las que encontramos en las tiendas de pornografía. 

        «Una vez yo fui adicto ala pornografía», dijo Ted Bundy, el asesino múltiple que ya hemos mencionado anteriormente al doctor Dobson. «Siempre buscaba algo más potente, más explicito, materiales más gráficos ... usted anhela más y más excitación hasta que alcanza el punto donde la pornografía no puede ir más allá».1  

●   Cuente con lo que Jesús hizo en la cruz. «Consideraos muertos al pecado, pero vivos para Dios, en Cristo Jesús, Señor nuestro [...] ni tampoco presentéis vuestros miembros al pecado como instrumentos de iniquidad, sino presentaos voso­tros mismos a Dios» (Romanos 6.11, 13). 

●   Confíe en el Espíritu Santo y sígalo. Cuando los niños se vuelven de los absolutos morales al relativismo, se sienten incómodos en la presencia de Dios. Los que han desarrollado un apetito por lo inmoral, se esconden de Él. Al sentirse juzgados por su santidad, tienen dos alternativas: huir, o arrepentirse y recibir su amoroso perdón. La mayoría rehúsa romper sus ataduras con el estilo de vida sensual que viven. El apóstol Pablo escribió a los cristianos de Galacia que vivían en una sociedad pagana:

Andad en el Espíritu, y no satisfagáis los deseos de la carne. Porque el deseo de la carne es contra el Espíritu, y el del Espíritu es contra la carne; y estos se oponen entre si, para que no hagáis lo que quisiereis [...]

Y manifiestas son Las obras de la carne, que son: adulterio, fornicación, inmundicia, lascivia, idolatría, hechicerías, enemista­des, pleitos, celos, iras, contiendas, disensiones, herejías, envidias, homicidios, borracheras, orgías, y cosas semejantes a estas; acerca de las cuales os amonesto, como ya os lo he dicho antes, que los que practican tales cosas no heredarán el reino de Dios. 

Más el fruto del Espíritu es amor, gozo, paz, paciencia, benigni­dad, bondad, fe, mansedumbre, templanza [. . .} Pero los que son de Cristo han crucificado la carne con sus pasiones y deseos. Si vivimos por el Espíritu, andemos también por el Espíritu (Gálatas 5.16-25). 

Paso numero dos: Ayude a que su hijo escoja música que le enriquezca

¿Cual es la buena música? Esta pregunta subjetiva no tiene una respuesta fácil en estos días de tan diversas selecciones y divididas preferencias. Mientras por un lado usted puede preferir la música clásica o la música cristiana de alabanza, a la mayoría de los adolescentes de hoy no les gusta. Si su hijo ha desarrollado un apetito por el «metal duro», usted debe comenzar un proceso de apartamiento lento, paso a paso.

●   Pídale a Dios que lo dirija a elegir lo que Él quiere para su familia. 

●   Escuche la música que le gusta a su hijo. Desarrolle una atmósfera de amor, respeto y aceptación mutuos. Sea recepti­vo, comprensivo y dispuesto a apoyar. Analice los mensajes de las letras. Haga preguntas tales como: «¿Tú estás de acuerdo con esta letra? ¿Lo están tus amiguitos? ¿Qué ocurre en tu mente cuando te mantienes oyendo el mismo mensaje vez tras vez?» 

●   Estudien y compren música juntos. Examine las fundas de los discos, lea los títulos. Identifique los diferentes grupos. Hable acerca de valores, actitudes, conductas, e indumenta­rias promovidas por Madonna y otros ídolos. Recuerde que muchos títulos son engañosos. Por ejemplo, el grupo llamado «La Iglesia» toca música neo-sicodélica acerca de volcanes solares y viajes misteriosos y mágicos. En la canción más popular de su álbum, Fe, George Michael canta del sexo, no de Dios. Cuando el cantaba con el grupo Wham, su melodía más pegajosa enfatizaba la perversión y el sexo sadomasoquista. Por ejemplo: «El borde del cielo» sugiere que el sexo celestial se hace con ataduras, cadenas y chillidos.

La música Hamada de la Nueva Era pareció no impresionar ala cultura juvenil sino hasta 1988, cuando el exitoso álbum de Enya, Marca de agua, la mezcló con una suave forma de rock. Ya que la puerta esta abierta para nuevas variaciones, este alerta a los sonidos hipnóticos y meditativos que tratan de producir estados alterados de consciencia. Escuche la letra que enseña la espiritualidad de la Nueva Era. Pero recuerde, la música de la Nueva Era es un gran paraguas que bien puede incluir música cristiana meditativa. Como Dios dijo en 1 Juan 4.1: «Probad los espíritus».

●   Incluya a su hijo en la selección de la música para el hogar. Dígale por que a usted le gusta cierta clase de música; hágale saber los beneficios que usted recibe. Explíquele que la verdad bíblica compagina con música que agrada a Dios y produce fe y fuerza espiritual en nosotros. Hágase estas pre­guntas: 

        ¿Honra y deshonra a Dios? 

        ¿Me anima a confiar en Él y a seguirle? 

        ¿Comunica el poder de Dios? ¿Del hombre? ¿O de Satanás? 

        ¿Enfoca mi mente en la gloria de Dios o en las fuerzas rebeldes de Satanás? (Filipenses 4.8; Co13.1-3). 

        ¿Anima a adherir o a rebelarse en contra de los valores de Dios? 

        ¿Produce un anhelo por una forma de música más que por Dios? 

        En los conciertos, ¿adoran los oyentes a Dios o a los músicos y cantantes? (Deuteronomio 5.7-8). 

●   Considere cómo su música congenia con sus metas per­sonales. Hágase preguntas tales como: ¿Quiero estar cerca de Dios? ¿Quiero complacerlo? ¿Quiero disfrutar su paz y protección? ¿Qué pasa cuando escucho canciones que se oponen ala verdad? 

Observe la meta de Pablo en Filipenses 3.7-10. Si usted elige la misma meta: conocer a Jesús, sentir sus sufrimientos, y vivir por su vida resucitada, el rechazo y la exclusión por su obediencia a Cristo serán como peldaños para alcanzar el triunfo. 

●   Ponga límites. Mientras no pueda monitorear lo que su hijo oye y ve cuando está en casa de sus amigos, usted puede decir no a cierta clase de música en su hogar. Explique sus preocupaciones. Muchos niños aceptan de buen grado los límites impuestos por los padres y los usan como excusas para decir no a sus compañeritos.

El doctor Bernard Sable, experto en jefe para consejos en el estado de Washington, comentaba después de un concierto de rock en Seattle, «Hay mucho que se puede decir de la música, del porqué atrae a multitudes de adolescentes. La música es estridente y primitiva; es insistente y fuertemente rítmica. Libera en una forma disfrazada todos los impulsos físicos del adolescente tenuemente controlados y recientemen­te adquiridos.

●   Sugiera alternativas cristianas. Es posible que el mejor sustituto no sea el rock cristiano, pero es mucho mejor que el rock secular. Fíjese en la letra para estar segura de que no distorsiona la Palabra de Dios. Si qui ere tener información y sugerencias actualizadas, pídalas en su librería cristiana local o escriba a Ministerios Menconi, P.O. Box 969, Cardiff, CA 92007.

 ●   Tenga cuidado de complacer a sus hijos proveyéndoles versiones «cristianizadas» de deleites paganos. Por ejemplo, agregar palabras bíblicas a un furioso «metal pesado» puede parecer más una mofa que música saludable. No sea como el viejo Israel, el cual anhelaba las prácticas corruptas de los vecinos paganos. Al agregar idolatría a la adoración tradicio­nal, llegaron a ser ciegos espirituales y moralmente corruptos. Los enemigos invadieron su tierra, cuando «cada uno hacia lo que bien le parecía» (Jueces 21.25). 

Paso número tres: Forme grupos de esfuerzo para cambios constructivos

●   Póngase de acuerdo con otros padres sobre limitar las formas de música destructiva. 

●   Pida al líder de jóvenes de su iglesia que enseñe acerca de la música contemporánea. 

●   Póngase en contacto con el Centro de Recursos Musica­les para Padres, el cual nos alerta sobre música rock pornográficaa, nos reta a proteger a nuestros hijos, y promueve estándares y responsabilidad por parte de las compañías dis­queras y radiodifusoras. Escriba a: Centro de Recursos Musi­cales para Padres, 1500 Arlington Blvd., Suite 300, Arlington, VA 22209. 

●   Oren juntos pidiendo dirección y victoria de Dios. Esté confiado de que Él está más preocupado que usted mismo por la salud espiritual de su hijo. Recuerde, mientras Él nos llama a unirnos a Él en sus batallas, el resultado final es segura: Él ya ha ganado la guerra. ¡Déle gracias!

Cuando los ejércitos extranjeros atacaron Jerusalén, el rey Josafat confió en Dios, llamó al pueblo a unirse, reconocieron el poder superior de Dios, y le alabaron por su total suficiencia.

Dios respondió con aliento lleno de poder, que hoy día levanta los corazones y produce fe. Haga suyo este pasaje: «No temáis ni desmayéis; salid mañana contra ellos, porque Jehová estará con vosotros».

¿Recuerda el resto? Josafat organizó a los músicos para que fueran delante de los soldados ala batalla. Entonces, mientras el pueblo cantaba y alababa a Dios, Él les dio la victoria. (Lea 2 Crónicas 20.1-22).


 Notas:

 1.      «Mensaje de Ted Bundy, condenado a muerte: La pornografía es una adicción fata]", Citizen Marzo 1989, p. 15.