Su Hijo y la Nueva Era

Capítulo Nueve

La televisión y la manipulación de la mente

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La televisión es primero y antes que todo, un media educacional. Es un instrumento de persuasión, adoctrinamiento, seducción, propaganda y manipulación de la mente, todo en una forma de diversión (Marlin Maddoux).


«¡Yo soy Dios! ¡Yo soy Dios! ¡YO SOY DIOS¡»

La sorprendente afirmación que Shirley MacLaine había hecho alas ondas del océano tuvieron eco de pronto a través de los hogares de los Estados Unidos. La encantadora estrella de la Nueva Era estaba enseñando autorrealización a cincuen­ta millones de telespectadores. Su testimonio, dado en 1987, pareció tan siniestro como la mentira original de Satanás: sólo trascienda los límites de los acondicionamientos religiosos pasados, y únase al viaje hacia la divinidad.

Habiendo afirmado su divinidad personal, MacLaine busca «las verdades superiores» de los avatares hindúes y de los espíritus guías canalizados. Seres etéreos como «John», «Ram­ta» y «Lázaris» parecen deleitarse al enseñarle sus filosofías. Pronto ella esta lista para su próximo paso: un viaje a los Andes peruanos.

Cerca de la antigua Machu Picchu, donde al parecer hay un clima favorable para los OVNI y las energías síquicas, MacLaine da una encumbrada demostración de un viaje astral. Después de reunirse con su cuerpo, recibe una guía de segunda mano de «Mayan», una hermosa extraterrestre. No sólo la sabiduría y el poder síquico de «Mayan» superan cualquier manifesta­ci6n terrenal, sino esta extraña se preocupa genuinamente por la condición del hombre y quiere ayudarlo. Entonces comisio­na a Shirley para que sea la maestra de la Nueva Era para este mundo ignorante, asignaci6n aceptada entusiastamente.

Una condición para que el ocultismo tenga amplia aceptación es que presente primero una imagen de neutralidad e inocencia. Out on a Limb establece las bases para ese cambio de imagen de la noche a la mañana. Nadie parecía notar los profundos valores culturales y espirituales que habían sido mañosamente invertidos en el proceso. ( Spiritual Counterfeits Project)

El endoso de la MacLaine al misticismo hizo estallar las ventas de todo tipo de literatura sobre ocultismo y metafísica, especialmente sus propios libros. Para miles de sus más serios conversos, canalizar y conectarse con «yoes superiores» llegó a ser un entretenimiento familiar. Pero pocos, aparte de las comunidades cristianas, reconocieron su religión por 10 que en realidad era: antiguo ocultismo usando una mascara encanta­doramente bella.

Activada por el tipo de exposición que sólo la televisión pudo darle, el movimiento de la Nueva Era ha estallado en la corriente principal, encendido la imaginación de los estadou­nidenses, y acelerado la transformación social empezada por los reformadores humanistas.

Escritores y productores de la televisión tomaron nota de sus seductores temas: Sea Dios, tome control, no permita que valores religiosos obsoletos impidan su autodescubrimiento, siga sus impulsos, maneje la Fuerza y cree un mundo de paz y amor. Y así, subrepticia o abiertamente, pronto todas estas facetas de las creencias de la Nueva Era han invadido los programas para la familia y para los niños.

Para entender cómo ocurrió esto, miremos de nuevo el estudio de Lichter y Rothman en el capítulo 7. Sugiere que quienes determinan ahora qué verán los estadounidenses por televisión son los hombres y las mujeres que han rechazado a Dios y sus valores: Dos de cada tres ejecutivos de los medios de comunicación «creen que el entretenimiento de la TV será una gran fuerza para las reformas sociales. Esto es quizás el descubrimiento más impactante en nuestro estudio. Según los creadores de la televisión, ellos no están allí solo por el dinero. También bus can llevar a su audiencia hacia su propia visión de una buena sociedad».1

Aun las noticias se presentan a través de los filtros del prejui­cio de los medios. ¿Cómo podemos creer lo que vemos, cuando actores pueden usarse para «mostrar» una acción que nunca fue filmada? ¿O cuando las radioemisoras enfatizan o cortan partes de las noticias para satisfacer sus puntos de vista?

Durante las convenciones políticas de 1988, nuestra familia esperaba frente al aparato de televisión para escuchar las posiciones de los líderes de los partidos. Se veía prometedor. Las cadenas habían programado varias horas de cobertura en vivo cada día. Pero después de la primera noche nos sentimos traicionados. En lugar de informes de primera mano, vimos escenas que parecían una burla. En efecto, interminables discusiones de observaciones personales, interpretación y opi­niones bloquearon nuestra visión de los candidatos.

¿Que valores guían a este movimiento? Para las cadenas, estrujadas por la competencia del cable, las estaciones inde­pendientes y los videos, cualquier cosa que venda. Durante un debate con Donald Wildmon, Gene Mater, uno de los vicepre­sidentes de CBS, planteó así su posición: «El señor Wildmon es un ministro y tiene establecidos sus valores. Yo soy un empresario de televisión y no los tengo».2

Enseñanzas Que Transforman

Nadie discute el poder de la televisión para enseñar y dar forma a valores piadosos y recursos útiles a generaciones de niños. La experiencia ha probado su efectividad. Por ejemplo, en uno de los episodios de Happy Days, Fonzie consigue una tarjeta de biblioteca. Poco después, las bibliotecas a lo ancho del país informaron de un notable aumento del número de niños solicitando tarjetas.

[Sólo] el aparato de TV [ ... ] dispone de un devastador potencial para lavar el cerebro, programar alas masas y destruir el individualismo, con obviamente, el apoyo de todos los demás medios de comunicación. Esta amenaza es tan desastrosa para el futuro de la humanidad, como es la contaminación ambiental, la sobrepo­blaci6n, o una guerra atómica o biológica.3 Wilson Bryan Key in Subliminal Seduction

La televisión maneja el mismo potencial para modelar in­decencia, promiscuidad, tolerancia y falso poder. Hemos visto tanto lo bueno como lo malo, pero en la tensión de la guerra entre dos fuerzas, la última está ganando abrumadoramente.

«Era común creer que los niños no entenderían mucho del mundo de los adultos hasta que no tuvieran edad suficiente para leer acerca de él en los libros», observa el doctor William Dietz, presidente del Subcomité sobre Niños y Televisión de la Academia de Pediatras de los Estados Unidos. «Con el advenimiento de la televisión, los niños están expuestos a mensajes mas sofisticados que en épocas anteriores».4

Entonces, ¿que enseña la televisión a nuestros hijos? El espectro es amplio y variado. Pero echemos un vistazo a algunas categorías clave y consideremos cómo el mensaje de este medio moldea las mentes jóvenes.

Mofarse de la religión. Les guste o no, los dirigentes de la televisión no pueden desentenderse de las fechas conmemo­rativas del cristianismo, como la Navidad, pero si puede excluir a Cristo. Al secularizar las festividades cristianas y reírse de la inefectividad de los representantes de la Iglesia, están desplegando un substituto sin vida, inadecuado y materialista, que de ninguna manera es cristianismo.

Marlin Maddoux escribe: «El humor ... es una de las mejo­res formas para vencer las defensas de una persona. Cuando estas defensas están bajas, se pueden enviar los mensajes directamente a la mente subconsciente don de se almacenarán y afectarán la manera de pensar y el estilo de vida del sujeto». 5

Si se siente bien, hágalo. Comedias en los horarios de mayor audiencia, novelas, miniseries y misterios modelan una apasionante mescolanza de tabúes sexuales y espirituales de ayer, porque esta es la «generación liberada», desesperada­mente adicta a la diversión.

Indecencia, vulgaridad, sarcasmo y cinismo condimentan la acción. ¿Se ha dado cuenta usted cuán rápidamente los niños han agregado este nuevo sabor picante a sus conversaciones y a su humor? La bondad no encaja, a menos que sirva al interés propio; la insolencia es la moda. El respeto a los padres es evidentemente embarazoso, pero seguir sus propias reglas le ganará el respeto de sus amigos, o a lo menos una risa de aprecio.

Fallar en establecer un conjunto de valores significa que nos estamos convirtiendo en bárbaros altamente calificados. (Dr. Steven Muller, presidente de Johns Hopkins University)

Experimentar con lo mágico.

Los dioses brillantes y hermosos tanto como los oscuros y crueles obtienen su poder de una sola fuente. Así, cuando Papa Smurf conquistó el mal con encantos mágicos, o cuando los amigos de Teddy Ruxpin confiaron en el divino poder de los cristales, o cuando Care ­Bears transforma su mundo con vibraciones amorosas, todos están enseñando falsa espiritualidad.

Miles de niños vieron al joven Houdini realizar magia no por ilusionismo, sino mediante una fuerza que aprendió de un viejo y sabio shaman indio

Otros vieron a Hooperman buscando ayuda de un frustrado médium para resolver un asesinato. La escena final mostraba al j efe de policía, quien al comienzo era renuente a involucrarse con lo sobrenatural, visitando subrepticiamente al triunfante síquico.

Un episodio de Smurf muestra a la Madre Tierra guiando las fuerzas de la naturaleza con su varita mágica. Cuando su vara se quebró, un terremoto liberó a un mago dispuesto a robarse la piedra de la vida eterna del smurf. Al final, la magia buena venció a la mala, la vara fue restaurada y la tierra sanada.6

La magia, empacada para toda edad, prepara a los jovenci­tos a aceptar las fuerzas ocultas sin preguntar por su fuente. Apelando a su deseo por conocimiento secreta y poder para controlar su mundo, lo sobrenatural se ha infiltrado casi en cada tipo de programa, incluyendo la publicidad.

Perseguir un nuevo orden mundial. Con la televisión, la programación masiva ha llegado a ser una fría realidad. Los voceros de los medios manejan el poder para censurar hechos, seleccionar información, ridiculizar principios vitales, crear expectativas ilusorias y dirigir el pensamiento estadouniden­se. Hoy en dia, el exceso de información ha producido una audiencia incapaz de argumentar con los «expertos»..

Hace algunos años, el desaparecido doctor Francis Schaeffer habló en la convención de la National Religious Broadcasters. Marlin Maddoux resumió algunos de sus puntos clave:

Mi clara impresión, recibida de las revelaciones del doctor [Fran­cis] Schaeffer es que nuestra nación se está condicionando sistemáticamente [por los medios de comunicación, las escuelas públicas y la legislatura] a aceptar una clase gobernante elitista, totalitaria y humanística. La razón usada para el concepto de una clase gober­nante de un solo mundo y todopoderosa es que este es el único camino para salvar al mundo de un colapso económico y social.

Este es el razonamiento de la «élite" social autonombrada, que siente que es la única que tiene la inteligencia y el poder para prevenir a la humanidad de su autodestrucción. Y si en el proceso de salvar el mundo tiene que destruir la Constitución de los Estados Unidos, y la libertad personal y la dignidad del pueblo estadouni­dense, se hace, y punto. La amenaza a la Constitución es muy real. 7

En el corazón de la visión de la Nueva Era esta la certidumbre de que la humanidad se equilibra entre dos edades. Los peligros de nuestro tiempo se interpretan no como el preludio de un desastre apocalíptico [a menos de que la «crisis" pueda servir como un argumento persuasivo], sino como una transformación evolucionaría. Robert J.L. Burrows, Spiritual Counterfeits Project

 No se esconda del horror. ¿Vendrán los fantasmas, de­monios y duendes de Halloween a quedarse durante todo el ano? Pareciera que sí. «Después de haber mirado por tres semanas películas transmitidas en tiempo preferencial, sin incluir los canales del cable, encontramos que treinta y dos películas incluían tanto ocultismo como temas satánicos», informa Peter Lelonde, autor de The Omega Letter [La letra Omega].

«¡Entonces apague el televisor!», argumenta un vocero de la televisión, rechazando cualquier responsabilidad por lo que ven los televidentes. En la revista U.S. News and World Report, una mujer contestó así a este simplista argumento:

Mi corazón quiere salirse del pecho. De mi cabeza saltan gotas de sudor. La silla se adhiere a mi cuerpo. Una a una Las secuencias de una sobrenatural carnicería se despliegan ante mi. Insospechadas jóvenes victimas son arrojadas can gritos de espanto a un mundo de formas malignas, demonios satánicos y encarnaciones del mal{ . .]

Cada final del día trae horribles comerciales para otra película de horror{ . .] Contra mi voluntad he llegado a hacerme familiar del Jason de Viernes 13 y del Freddy de Pesadilla en la Calle Elm Contra mi voluntad he vista los rostros de pequeños niños puestos tras el enfermizo dragado del fondo de Las desviaciones de los adultas[..]

No negare ahora, ni se si alguna vez, el derecho de otros a aterrorizarse. Sólo estoy preguntando si no se me estará, forzando a mi y a mis pequeños hijos, que han aprendido a «taparse Los ojos» mientras esperamos que pase el horror negro. Estoy de acuerdo can darle a usted lo horripilante, lo asustadizo, lo pasmoso. A cambio, devuélvale a mi familia Las horas que ha pasado ante el televisor, y déjeme arrimarme suavemente a aquellos que amo, libre de horror. 8

El efecto en los niños

¿Cómo influye la televisión en la opinión que nuestros niños tienen de ellos y de su ambiente? Considere estos factores:

  • Reemplaza otras actividades. En 1984, el promedio del uso de televisores era de siete horas, dos minutos cada dia. (Compañía AC.Nielsen).9 Jugar, leer y estudiar han llegado a ser distracciones desagradables a los niños adictos a la TV. Los juegos de familia, la lectura, la conversación y otras formas de interacción social necesarias para formar individuos cariñosos, sensibles y finos requieren más iniciativa y energía mental de lo que muchas familias adictas a la televisión están dispuestas a hacer.

  • Los niños no pueden probar el mundo que yen en la televisión. Los periódicos y los libros conceden tiempo para dete­nerse, pesar y hacer preguntas. Con la televisión no se puede hacer eso. Toda vez que la habilidad de los niños para evaluar mensajes no puede mantenerse al ritmo de las presentaciones de acción rápida de la TV, su aprendizaje es a menudo pasivo y significa aceptación automática.

  • Produce demandas y expectativas irreales. Caricaturas de comerciales y dibujos animados tales como My Little Pony [Mi pequeño poney] y G.I. Joe estimulan los deseos de los niños, o los anunciantes no gastarían millones en persuadirlos a comprar. Los niños más pequeñitos, incapaces de diferenciar entre un show y un comercial, reciben la exagerada o engañosa andanada con la misma confianza con la que escuchan a sus padres o al maestro.

La televisión alienta el uso de drogas, alcohol y tabaco al presentarlos seductoramente. Los héroes a los que los niños quieren imitar a menudo aparecen fumando o tomando cerve­za» (Academia de Pediatras de los Estados Unidos).10

  • Da una imagen distorsionada del mundo. Ya que los niños dependen fuertemente de la televisión para ir llenando los vados en su experiencia, tienden a aceptar todo lo que se les dice. Mientras mas pequeño es el niño, menos elementos tiene a mana para evaluar lo que ve y oye. Por lo tanto, las imágenes presentadas en la pantalla le ayudan a formar su percepción de su mundo.

«Los niños menores de siete años entienden muy poco de la trama», dice Charles Atkins, profesor de Telecomunicacio­nes en la Universidad del Estado de Michigan. «Se identifican estrechamente con los personajes... y les gusta verlos haciendo cosas, aun cuando no entiendan la totalidad de lo que ven». En otras palabras, un niño puede ver en la primera escena a un ladrón que irrumpe en una casa, y no relacionar este crimen con el encarcelamiento que se vera veinticinco minutos después 11

  • Moldea relaciones perjudiciales. Los programas de televisión muestran a los adolescentes cómo relacionarse con el sexo, opuesto y producir un consenso depravado en la cultura de su semejante. La promiscuidad sexual llega a ser una parte normal de la vida, mientras las consecuencias: embarazos no deseados, enfermedades incurables transmitidas sexualmen­te, el tormento interior por ataduras y disoluciones raramente reciben exposición equitativa..

Un estudio de la Universidad del Estado de Michigan en los medios de comunicación, los adolescentes y el sexo encontró que en tanto que «las muchachas vieron en sus programas favoritos en la televisión 1.500 actos sexuales o referencias por ano, los muchachos vieron cerca de 1.300. Como promedio, las muchachas veían 5.6 horas de televisión por día, incluyendo a 10 menos dos telenovelas. Los muchachos veían 5.2 horas de TV por día»)12

  • Moldea una conducta violenta. «Estudios han relaciona­do la violencia en la televisión con la conducta agresiva de niños y adolescentes», dice el pediatra Victor Straburger, un asesor del Subcomité para niños y la televisión de la Academia de Pediatras de los Estados Unidos. «Uno no puede decir con seguridad que un niño iniciara un incendio después de ver un drama acerca de un pirómano, pero la conexión aparece cons­tantemente a través de toda clase de estudios».13

«Para cuando un Nina se gradué de la secundaria, habrá visto en la televisión 18,000 asesinatos».14 Al mirar durante horas «violencia imaginaria» sin dolor, los niños aprenden a ver la violencia como una forma normal y aceptable de expresar rabia y de pro ceder ante los conflictos. Aun la violencia sexual pierde su horror. Algunos son atrapados en sus mortales garras, como testifico en una entrevista con el doctor James Dobson en enero de 1989 el ejecutado asesino múltiple Ted Bundy:

El estudio del propio FBI en homicidios múltiples muestra que el interés mas común entre este tipo de asesinos es la pornografía ... Los medios, a través de Las más variadas formas de violencia, alimentan día a día peligrosos impulsos, particularmente la vio­lencia sexualizada. Y lo que me espanta y aterroriza, doctor Dobson, es lo que veo en la televisión por cable. Algunas de las películas de violencia que en el día de hoy entran en Los hogares es cosa que treinta años atrás ni siquiera se veía en los cines para adultos destinados a este tipo de películas. Este material-le estoy hablando de mi propia experiencia- es la mas gráfica violencia que puede verse en la pantalla, particularmente en la forma en que entra en los hogares, y llega a niños que quizás estén desatendidos o solos y que serán un Ted Bundy que tiene tal vulnerabilidad o predisposición para influenciarse por esa clase de violencia.15

  • Produce miedo. Según la «Fundación para el Desarrollo del Niño», niños que son altamente asiduos a ver televisión son dos veces más propensos a «asustarse a menudo».16 ¡No se extrañe! Mientras en la televisión la violencia parece excitante, al mismo tiempo está presentando un aterrorizador cuadro del mundo en el que vivimos. Los niños almacenan en sus mentes imágenes vividas de perspectivas horrendas. Las familias pa­gan un alto precio por divertirse con el mal.

  • Nublan el discernimiento respecto de lo bueno y lo malo. Las actitudes bíblicas de confianza, obediencia y entrega cho­can con un mundo donde reina el yo y los valores se han vuelto cabeza abajo. Vez tras vez la televisión presenta un siniestro mensaje invertido: Lo bueno es malo, y lo malo es bueno. En el mensaje del evangelio, confesar los pecados trae limpieza y la cruz nos hace libres. Pero la Nueva Era rechaza el pecado y a la cruz como algo inservible y negativo para un nuevo y progresivo sistema mundial.

Oprah Winfrey ilustró este juego de antagonismos en fe­brero de 1988 cuando invitó a una dispar pareja: el doctor Aquino, un sumo sacerdote en el templo satánico de Seth, y a Johanna Michaelson, autora del libro The Beautiful side of Evil [El lado hermoso del mal]. Cuando el programa iba por la mitad, Oprah se volvió a Johanna, y le dijo: «El doctor Aquino nos ha dicho que el satanismo que él representa es bueno, no malo. ¿Es posible?»

«Sí, puede serlo», contestó Johanna, «si usted viene de una estructura de pensamiento donde lo izquierdo es derecho lo malo es bueno, lo negro es blanco, lo de adentro es afuera, y lo de abajo es arriba, lo cual es la base del satanismo. Todo está al revés. Así para él, el satanismo es bueno y todo lo demás es malo. Esta es su perspectiva; sin embargo, está errado».

Dios nos advierte acerca de esta clase de ficción manipula­dora:

«¡Ay de los que a lo malo dicen bueno, y a lo bueno malo; que hacen de la luz tinieblas, y de las tinieblas luz; que ponen lo amargo por dulce, y lo dulce por amargo! ¡Ay de los sabios en sus propios ojos, y de los que son prudentes del ante de sí mismos!» (Isaías 5.20-21).


Notas:

1.      Donald E. Wildmon, The Home Invaders [Los invasores del hogar], Victor Books, Wheaton, Illinois, 1987, p. 93.

2.      Ibid.

3.       Wilson Bryan Key, Subliminal Seduction [Seducción subliminal], NAL Penguin, Inc. New York, pp. 67-68.

4.      Paula Patyk, Parental Adviser [Consejo familiar], White Communica­tions, Knoxville, TN, 1987, p.2

5.      Marlin Maddoux, America Betrayed, Huntington House, Inc., Shreve­port, Louisiana, 1984, pp. 87.

6.      NBC TV, sábado (en la mañana), 25 de marzo de 1989.

7.      Maddoux, pp. 39-40.

8.      Peter Lalonde, The Omega Letter [La letra Omega], octubre de 1988, p. 16.

9.      Jim Trelease, The Read-Aloud Handbook [Manual de lectura en voz alta], Penguin Books, New York, p. 93.

10.  Phil Phillips, Turmoil in the Toybox [Alboroto en la caja de juguetes], Starburst Publisher, Lancaster, Penssylvania, 1986, p. 49.

11.  Miehalene Busieo, «TV or not TV", San Jose Mercury News, 13 de diciembre de 1988.

12.  Ellen Creager, «Estudio de los efectos del sexo por la televisión en los adolescentes», San Jose Mercury News, 12 marzo 1989.

13.  Paula Patyk, Parental Adviser [Consejo Familiar], White Communica­tions, Knoxville, Tennessee, 1987), p. 2.

14.  Phillips, p. 49.

15.  Se pueden conseguir los mensajes completos grabados en casete en Enfoque a la familia, Pomona, California 91799.

16.  Wildmon, p. 77.


Capítulo Diez: ¿Qué pueden hacer los padres acerca de la manipulación de la mente?